Buenos Aires, Argentina | A los 107 años, falleció Ronald David “Ronnie” Scott, un nombre que quedará grabado con letras mayúsculas en la historia de la aviación argentina y mundial.
Su vida, tan extensa como extraordinaria, fue testigo y protagonista de dos guerras, miles de horas de vuelo y un compromiso inquebrantable con los valores de la libertad, el coraje y la patria.
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Nacido en Villa Devoto el 20 de octubre de 1917, hijo de un excombatiente escocés de la guerra de los Bóeres y una enfermera inglesa, Ronnie Scott creció con el espíritu del deber y la aviación corriendo por sus venas.
Desde muy joven supo que los cielos serían su hogar: a los 14 años, un encuentro con el Príncipe de Gales y una visita al portaaviones HMS Eagle marcaron el rumbo de su vocación.
En 1942, con apenas 24 años, se presentó como voluntario en la embajada británica para combatir el avance nazi en Europa. Fue uno de los más de 5.000 argentinos que se ofrecieron a las fuerzas aliadas.
Tras entrenarse en Canadá, fue comisionado como Teniente de Corbeta en la Royal Navy y asignado al Escuadrón 794, volando aviones como el Spitfire, el Fairey Swordfish y el Miles Martinet. Su misión fue doble: entrenamiento y defensa aérea frente a las temidas bombas voladoras V-1 alemanas.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, regresó a la Argentina en 1946, donde continuó su carrera como piloto comercial. Primero en Aeroposta Argentina y luego en Aerolíneas Argentinas, acumuló más de 23.000 horas de vuelo operando aeronaves como el DC-3, DC-4, Comet 4 y Boeing 747.
Fue también uno de los fundadores de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, defendiendo con firmeza los derechos de los trabajadores del sector.
Pero su historia no terminaría ahí. En un giro del destino, Ronnie también voló durante el conflicto del Atlántico Sur en 1982, esta vez como piloto argentino.
Así, combatió para ambos lados de la historia: primero para el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial y cuatro décadas después, en contra del mismo país en la Guerra de Malvinas.
Pilotos argentinos forman el «Patagonia Warbird Squadron»
La figura de Ronnie Scott fue rescatada y documentada con pasión por el historiador Claudio Meunier, quien le dedicó un lugar destacado en su libro Volaron para vivir. En 2018, durante la presentación del libro en San Isidro, pilotos veteranos de Malvinas le entregaron formalmente las alas de aviador naval que nunca había recibido.
El legado de Ronnie Scott trasciende los uniformes, las fronteras y las épocas. Fue un piloto de guerra, un piloto de paz, un defensor de sus colegas, un referente en su comunidad y, sobre todo, un hombre íntegro.
Su partida nos deja un vacío, pero también una responsabilidad: recordar y honrar a quienes, como él, volaron por algo más grande que ellos mismos.
Ronnie, autorizado tu libre ascenso, en alta y con «Buena onda»!
Last Updated on 24/04/2025 by Sebastián Martín Ventola
